Al mencionar salud oral, es normal pensar inmediatamente en los dientes; sin embargo, el tema abarca también los tejidos blandos. Por tejido blando nos referimos a tus encías y mucosas como mejillas, frenillo labial y lingual.
En otras ocasiones hemos hablado sobre el cuidado de tus encías. Hoy, queremos tocar un tema igual de importante para el correcto funcionamiento de tu boca: el frenillo labial.
Conoce qué tipos de frenillos existen, sus características principales y las señales que podrían indicar que algo no anda bien. Sigue leyendo y entérate de todo lo que tienes que saber acerca de este tejido blando.
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Es un tejido fibroso en forma de banda cuyas dimensiones y grosor varían dependiendo de cada persona, ubicado en la línea media entre los incisivos centrales. El frenillo labial une la parte de tu boca que se mueve con la parte fija.
Todas las personas nacemos con frenillo labial y lingual. En la gran mayoría de los casos, su tamaño y desarrollo no implica ningún riesgo para tu salud. Pero, ¿cómo saber si tu frenillo o el de tus hijos tiene un desarrollo normal?
Para resolver esta y otras dudas más, veamos cuáles son los tipos de frenillo y sus principales características. Esto te ayudará a saber si requieres de la revisión de un especialista que te ayude a encontrar la mejor solución para ti.
Existen dos tipos de frenillo labial: el inferior y el superior. Asimismo, hemos incluído en la lista el frenillo lingual. Es normal que reciban poca atención a menos que comiencen a causar algún tipo de problema o molestia. Veamos para qué sirve cada uno de ellos.
El frenillo labial superior une la parte móvil de tu boca con la parte fija. En el primer año de vida, va de la encía al paladar. Conforme comienza el desarrollo de tus huesos maxilares el frenillo se desplaza hasta perder la conexión con el paladar.
En cuanto a dimensiones, suele ser menor al frenillo labial superior. Al igual que el anterior, une la parte móvil de tu boca con la encía. En comparación con el superior, suele presentar menos complicaciones y en rara ocasión, problemas delicados.
Este tejido une tu lengua con la parte inferior de tu boca. Cuando se desarrolla correctamente, te ayuda a mover la lengua, producir sonidos, hablar, comer y beber. Cuando existe alguna anomalía, puede dificultar alguna de esas actividades.
Muchas de las personas que tienen problemas con alguno de sus frenillos lo ignoran o no comprenden el origen. Esto se debe a que no siempre presentan algún dolor o malestar. Algunas veces las consecuencias pueden tomar años en ser evidentes.
Cuando el frenillo no se desplaza con el desarrollo de tus maxilares, puede impedir que tus dientes se formen como es debido. De igual manera puede provocar problemas en el habla al dificultar la movilidad de los labios.
En el caso del frenillo inferior, puede causar problemas periodontales cuando sus dimensiones salen de proporción. Al ser más grande de lo normal, podría retraer parte de tu encía, exponiendo así parte de tus dientes. A la larga, esto puede ser muy peligroso para tu salud bucodental.
Más allá de un asunto estético, las diastemas también pueden favorecer el desarrollo de enfermedades periodontales. Su relación con el frenillo es muy directa, aunque no siempre identificada. Descubre en qué consiste y por qué no debe tomarse a la ligera.
Los diastemas son espacios excesivos entre dos piezas dentales. El más común y que suele relacionarse directamente con anomalías del frenillo es el diastema de los incisivos. No obstante, pueden ser consecuencia de otro tipo de circunstancias.
Cuando el espacio entre tus dientes excede la norma puede ser el espacio perfecto para que se acumulen restos de comida. Esto sentaría las condiciones adecuadas para la aparición de placa, sarro y caries.
Los problemas con el frenillo suelen encontrar solución en procedimientos quirúrgicos que son cada vez menos invasivos. La solución más común se denomina: frenectomía. Consiste en la reducción o extirpación del frenillo.
La frenectomía se considera un procedimiento sencillo y se puede realizar con anestesia local. Los tipos de técnica más comunes son:
Este proceso quirúrgico suele ser suficiente para resolver cualquier problema causado por el frenillo labial. Sin embargo, cuando la situación ha evolucionado al grado de comprometer tu salud bucodental, pueden recomendarse tratamientos complementarios.
Cuando el frenillo ha causado diastemas, lo ideal es comenzar un tratamiento de ortodoncia que corrija el espacio entre los dientes. De igual manera, un especialista podría sugerir el uso de carillas, coronas o puentes. Depende de la edad del paciente y la evolución del diastema.
Existen principalmente dos criterios para determinar si un paciente es candidato o no a cirugía:
No siempre los problemas con el frenillo implican un riesgo para tu salud; sin embargo, pueden representar un problema estético. En este sentido, los problemas de salud causados por anomalías en los frenillos, no siempre son evidentes en el corto plazo.
Si crees tener algún problema con tu frenillo, acude con un especialista a la mayor brevedad. Solamente un experto podrá realizar un diagnóstico certero de tu situación. Asimismo, solo en una clínica podrán diseñar el mejor tratamiento para ti.
En DentiSalud estamos listos para recibirte. Puedes solicitar una cita virtual o presencial en nuestro sitio web. Te invitamos a visitar nuestro blog en donde encontrarás mucha más información relevante para tu salud y la de tu familia.
Los frenillos labiales cumplen con una función muy necesaria en nuestras vidas. Sin embargo, cuando presentan anomalías, pueden causar problemas serios en tu salud oral además de problemas estéticos.
Los frenillos labiales son tejidos blandos que unen la parte móvil de tu boca con la parte fija. Nos ayudan a hablar, comer y beber.
Sus dimensiones pueden variar dependiendo de cada persona. De cualquier manera, existen ciertos parámetros que determinan si tienen un desarrollo normal o no.
Entre las complicaciones más comunes causadas por anomalías de los frenillos encontramos: problemas periodontales, protésicos, ortodónticos y/o fonéticos.
Acude con un especialista si sospechas tener algún problema relacionado con el desarrollo de tu frenillo. Solo en manos de expertos podrás obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
En DentiSalud creemos en la odontología responsable y estamos comprometidos con tu salud bucodental y la de tu familia.
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