Tratamiento del nervio dental: ¿Cómo se hace?

Si llegaste al punto de requerir un tratamiento del nervio dental, ¡tranquilo!. Sabemos que al tener un diente en muy mal estado, surge el temor de perderlo. Sin embargo, la extracción dental es el último recurso, una vez que el especialista dental ha agotado otras vías.

La salud bucodental es importante para el bienestar general, pero lucir una bella sonrisa también resulta prioritario para muchos. Por eso, te explicaremos en qué consiste el tratamiento de conducto.

Tratamiento del nervio dental

El tratamiento del nervio dental, muy conocido como endodoncia, consiste en extirpar el tejido dañado del interior del diente. Lo que significa que se conserva la estructura no vital.

Los dientes contienen, en lo más profundo, la pulpa dental que se conforma por tejido de vasos sanguíneos y el nervio. Cuando sufre un daño irreparable, se debe retirar, dejando la cavidad pulpar y los conductos radiculares limpios; para posteriormente rellenar con un material biocompatible.

De no realizarse el procedimiento, la infección se extendería, lo que podría conllevar la pérdida del diente e incluso deteriorar tu salud.

Por eso, la prevención y los chequeos odontológicos son necesarios: el problema es atendido a tiempo para mantener los dientes vitales. 

¿Por qué se infecta el nervio dental?

Los factores por los cuales se infecta la pulpa dental, al punto de requerir una endodoncia, son variados:

• Caries profundas. Las bacterias, presentes en la placa dental, debilitan el esmalte por acción del ácido que liberan y llegan a la dentina. Si la caries se atiende a tiempo, solo vas a necesitar desinfectar el área y sellar. Pero si esta infección avanza y llega a la pulpa dentaria, el tejido corre el riesgo de necrosar; esto genera tanto la inflamación en las encías y dolencias en el área, como la afectación de las zonas circundantes.
• Traumatismo. Un golpe directo o indirecto en el diente puede generar daño en la pulpa aunque no sea visible a simple vista; ya que deteriora la vascularización del diente. En consecuencia se da la pérdida de vitalidad de la pulpa y abre espacio que puede ser ocupado por bacterias. También, el diente puede romperse o astillarse, creando una grieta que permite el acceso de bacterias presentes en la boca.
• Enfermedad periodontal. La gingivitis es la fase leve de la enfermedad de las encías; existe inflamación pero tiene cura. Si no se trata, se transforma en una periodontitis (piorrea); que es una patología que requiere un tratamiento más complejo.
• Lesión por masticación. El mal hábito de morder objetos o masticar hielo puede generar una herida. Al quedar la zona expuesta, las bacterias entran en contacto con nuestra cavidad oral, pudiendo llegar a la raíz del diente.
• Erosión dental. Se da por causas mecánicas como el bruxismo o químicas (consumo de alimentos ácidos, bulimia, entre otros.). Si el desgaste es intenso, compromete los tejidos internos del diente.

Básicamente, por lo que hemos descrito, tenemos que el nervio se infecta por:

• Acción bacteriana.
• Inflamación crónica del nervio.

Esto ocurre cuando la pulpa dental, donde se encuentra el nervio, queda expuesta o sufre un trauma.

¿Cómo se hace un tratamiento del nervio dental?

Una vez que el odontólogo determina que debe hacerse una endodoncia, las fases son:

1. Anestesia. Para evitar el dolor durante la intervención.
2. Preparación y  aislamiento. Para ello se utiliza un dique de goma. Un dispositivo que evita el contacto de saliva y bacterias con los tejidos interiores del diente. También evita que el paciente ingiera líquidos desinfectantes empleados en el procedimiento. 
3. Apertura de la cámara pulpar. Se localizan los conductos radiculares para medirlos con precisión milimétrica; a fin de asegurar el éxito del procedimiento a largo plazo.
4. Limpieza. La cámara pulpar y los conductos radiculares se despejan con limas manuales, limas automáticas y/o soluciones irrigantes.
5. Relleno. Se emplea material de cementado y obturación, para evitar la penetración de bacterias.
6. Obturación. La restauración con resina, incrustación o corona devuelve la integridad de la pieza dentaria. Esta fase puede o no hacerse el mismo día; queda a juicio del odontólogo. Pero, si el paciente no acude en el tiempo convenido, el diente corre el riesgo de astillarse o fracturarse; dando pie a una reinfección.
7. Radiografía. Con la imagen radiológica se verifica la correcta finalización del tratamiento y estado general del diente.

¿Cuándo es necesario realizar un tratamiento?

Una vez que el nervio sufre un daño irreversible, es necesario remover el tejido pulpar. Esto con el fin de mantener la pieza dental y no alterar la disposición del resto de dientes de la arcada.

En este punto, debemos señalar que si bien existe la opción de extraer el diente, no es lo recomendable. De ser esa la vía, habría que considerar la colocación de un implante o prótesis fija; lo que amerita un proceso riguroso y una serie de controles.

Adicionalmente, no toda persona está en capacidad económica de cubrir un tratamiento alternativo como el mencionado. En consecuencia, al existir ese espacio, puedes ver afectada tanto la apariencia estética de tu boca, como la mordida.

Ante este escenario, el paciente debe recurrir a un especialista dental apenas tenga molestias en su boca. Por ejemplo, si presenta una fuerte sensibilidad a temperaturas muy frías o calientes o al tacto. Así podrá iniciar el tratamiento específico.

Otros síntomas comunes del nervio dental infectado son:

• Cambio de tonalidad en el diente.
• Fiebre.
• Inflamación del nervio o la pulpa dental (no siempre es visible, pero el área se siente adormecida).
• Dolor intenso e hinchazón.

Recomendaciones post tratamiento 

Es normal que durante los días siguientes al tratamiento el paciente sienta molestias en la zona tratada. El especialista seguramente recetará analgésicos y/o antibióticos, según el caso.

Te dejamos además una serie de recomendaciones:

• Espera masticar hasta que haya pasado el efecto de la anestesia, para evitar morderte.
• Hasta tener la restauración, no mastiques alimentos duros. 
• Refuerza la higiene bucodental, con el uso cuidadoso de seda dental.

Toma en cuenta que la pérdida de vitalidad del diente provocará con los años un cambio de color en la pieza dentaria. Esto es algo que puedes consultar con tu odontólogo para que te explique los tratamientos estéticos sugeridos; como el blanqueamiento intracameral o carillas.

Conclusión

Conservar el diente siempre será la primera opción cuando presentes un daño irreversible del nervio dental. Para ello, será necesario realizar una endodoncia.

El costo de este procedimiento depende de varios factores: tipo de diente; número de raíces y conductos, así como su posición en la arcada. 

Sin embargo, es económicamente más barato que la extracción; aunque algunos lo vean como la solución rápida. Esto considerando los posteriores tratamientos para mantener la correcta función de la mordida y el aspecto.

Si sospechas que algún diente tiene un daño grave, debes priorizar la visita al odontólogo. Puedes programar tu primera cita en DentiSalud

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