La visita anual a una clínica dental permite cuidar el estado general de nuestra salud oral. Aunque no sientas un dolor insoportable o te parezca insignificante cualquier alteración en la boca, podrías estar desarrollando alguna enfermedad bucodental.
Por ello, acá te enlistamos las señales más comunes para que comprendas las consecuencias de no prestarles atención; así como la importancia de tener controles con un profesional.Puedes notar que tus dientes están desgastados porque los bordes están irregulares. Pero también porque el esmalte (la capa más externa del diente) se aprecia un poco transparente en algunas piezas.
Esto se debe, entre otros factores, al ácido producido por los jugos gástricos; consumo excesivo de bebidas azucaradas, gasificadas o con alcohol.
Aparte del aspecto estético, los dientes desgastados son más propensos a sufrir sensibilidad dental.
Las aftas bucales no son otra cosa que lesiones en el tejido blando de la cavidad oral. También se les denomina úlceras aftosas y comúnmente se le conoce como llagas. Son de forma redonda y se aprecian rojizas con centro blanquecino a gris.
Pueden aparecer en la cara interna de las mejillas, bajo la lengua o en la garganta.
Las aftas bucales no son contagiosas y por lo general se curan solas en un par de semanas. Pueden ocurrir por: estrés, infección viral, cambios hormonales, reacción alérgica, carencia de vitaminas y minerales, entre otros factores.
Es importante prestarles atención, ya que si no se curan, puede que se trate de una infección por hongos (candidiasis). Para descartar lesiones que requieran tratamiento médico, te recomendamos consultar con tu odontólogo.
El sangrado al cepillarte revela que tus encías están sensibles, podrías estar padeciendo de gingivitis.
Solicita una cita y aprovecha para realizar una profilaxis dental. Es muy probable que tengas una alta acumulación de placa y sarro. Esto genera irritación debido a que las bacterias están alterando el ph (medida de la acidez o alcalinidad en la boca, determinante para una buena salud oral, idealmente, debe estar en 7, en una escala entre 0 y 14) adecuado para tu boca.
Si la gingivitis no es atendida a tiempo puede progresar a una periodontitis (no tiene cura definitiva); lo que exige un tratamiento más complejo, para evitar la pérdida de hueso, lo que provocaría la caída de la pieza dentaria.
Si observas que tus dientes se han desplazado o notas movimientos leves debes acudir a la clínica dental. Este tipo de señales siempre son una alerta, no le restes importancia. Podría tratarse de una infección o en caso grave, de pérdida ósea.
Si usas dentaduras postizas parciales o implantes y has experimentado cambios en la mordida o desajustes en los aparatos dentales, debes ir con el especialista dental.
La halitosis es el mal aliento eventual o crónico. Puede ser causado por cicatrización de alguna intervención en la boca, llagas, caries, tabaco, sequedad, gingivitis; incluso por alguna enfermedad o consumo de medicamentos.
Lo primero que debes atender es tu rutina diaria de higiene bucodental; es la base de la salud oral. Los restos de alimentos que permanecen en tu boca se descomponen y generan mal olor.
Pero además, si no tienes una correcta técnica o no te cepillas tres veces al día estás propenso a sufrir de caries; una de las razones de la halitosis. Otra es que puedes desarrollar enfermedades de las encías.
En ocasiones, el mal aliento tiene su origen en problemas gástricos. Comer a deshoras, un menú desbalanceado, platos muy copiosos, con muchas especias y/o grasosos son factores que contribuyen a una mala digestión.
En consecuencia, el paciente padece reflujo crónico de los ácidos estomacales; lo que genera un olor desagradable.
Si es un hecho que el mal aliento no se debe a tu alimentación o a una higiene bucal deficiente, debes ser evaluado por un especialista. Que persista el mal aliento es una alerta muy clara de que algo no anda bien.
Acudir a una clínica dental es la primera recomendación, porque en la boca hay muchos factores a considerar. Si el odontólogo lo ve pertinente te referirá con un médico general o especialista.
De esta manera podrá evaluarse alguna otra enfermedad que se relacione con el mal aliento. Tal es el caso de algún trastorno metabólico, cáncer, diabetes, problemas hepáticos y renales, entre otras enfermedades más complejas.
Las muelas de juicio (cordales o terceros molares) son las últimas en salir. Es muy común que al buscar erupcionar lastimen la encía. También que por la presión ejercida en las piezas adyacentes causen dolor.
De no contar con suficiente espacio, las cordales podrían apiñar el resto de dientes o no salir del todo; lo que representa un riesgo de infección al dejar un acceso a las bacterias, presentes en la saliva.
De ser el caso, solicita una cita en la clínica dental para evaluar la mejor opción y que no se dañe la alineación de tus dientes o se infecte el tejido blando.
Algunas personas pueden ver mermada su seguridad por tener defectos en su boca. Dientes manchados, picados, apiñados o maloclusión pueden influir negativamente en la autoestima de los pacientes. Como resultado la persona evita sonreír y socializar.
Estos problemas tienen solución a través de distintos tratamientos de diseño de sonrisa; donde la ortodoncia, técnicas de blanqueamiento y otras opciones estéticas, ayudarán a lucir una sonrisa perfecta.
La limpieza dental debe ser diaria y con una correcta técnica (consulta con tu odontólogo), durante unos tres minutos cada vez; tres veces al día, después de cada comida.
Para algunas personas, mientras más duras son las cerdas de los cepillos dentales mejor será la limpieza. ¡Erradica esa creencia ya!, podrías maltratar las encías.
Peor aún, un cepillado brusco generaría un desgaste del esmalte. Por si no lo sabías, esa capa no se regenera cuando sufre un fuerte desgaste, así que trátala con delicadeza. Usa un cepillo de dientes con cerdas suaves y realiza un barrido firme, sin ejercer presión.
La seda dental llega a las áreas más escondidas entre los dientes y las encías; permitiendo retirar cualquier resto de alimento que el cepillo no alcanzó. Usa seda dental una vez al día.
Consulta con tu odontólogo si es necesario usar un enjuague con fluoruro. No es indispensable, pero en algunos pacientes con deficiencia de flúor podrían beneficiarse de su uso para evitar las caries dentales.
Tras estos detalles y recomendaciones, esperamos que mejore tu dedicación a la rutina de higiene bucal. Por supuesto, la alimentación es complemento para que te mantengas saludable y evitar hábitos nocivos, como el consumo habitual de bebidas alcohólicas y fumar.
Acude a las clínicas dentales de DentiSalud y pide tu primera cita para empezar a tener el control de tu salud y estética dental.
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