La profilaxis dental es un procedimiento fundamental para conseguir una salud bucal óptima y prevenir posibles complicaciones. El descuido en este aspecto puede acarrear riesgos importantes en la salud oral y general del individuo.
En este artículo, vamos a explorar los riesgos asociados por no realizarse una profilaxis dental, cada cuánto debería hacerse, la importancia que tiene y los cambios que se podrán evidenciar tras la culminación del proceso.
La profilaxis dental es una práctica de limpieza y mantenimiento de la cavidad oral realizada por un profesional de la salud bucal, como un odontólogo o un higienista dental.
Se trata de un procedimiento especializado que implica la remoción de la placa bacteriana, el sarro y otras acumulaciones en los dientes y encías. Así ayuda a conservar una sonrisa brillante y limpia.
Además, garantiza la salud general de nuestra boca, contribuyendo a una mejor calidad de vida, evitando dolores, molestias y tratamientos costosos.
3 riesgos de no hacerse una profilaxis dental
Como hemos podido observar, la profilaxis dental y la salud bucal se encuentran intrínsecamente conectadas, y no podemos subestimar su impacto en nuestro bienestar general. Al no realizarla pueden presentarse varios riesgos de los cuales hablaremos enseguida:
La acumulación diaria de placa bacteriana en nuestros dientes es inevitable, si no se elimina adecuadamente puede endurecerse y dar lugar a la formación de sarro, un proceso que puede desencadenar en enfermedades periodontales y caries. La profilaxis dental, a través de una limpieza minuciosa, suprime esta placa y previene la aparición de sarro, contribuyendo así a la prevención de enfermedades bucales.
La profilaxis dental es fundamental para conservar unas encías saludables. Estas son la base de nuestros dientes, y si están afectadas por la placa y la inflamación, pueden debilitarse y desencadenar complicaciones graves como la gingivitis y la periodontitis.
Estas enfermedades afectan a nuestras encías generando dolor, sangrado y mal aliento. Además, pueden causar daños irreparables en nuestros tejidos y estructuras de soporte dental.
La progresión de enfermedades periodontales no tratadas puede conducir a la pérdida dental. La inflamación crónica de las encías y la degradación del hueso suelen debilitar las estructuras que sostienen los dientes en su lugar, lo que conlleva a su caída irreversible. La prevención y tratamientos adecuados, incluyendo la profilaxis dental, son esenciales para evitar la pérdida prematura de piezas dentales.
“Tanto la caries como el mal aliento son dos de los problemas bucales más comunes, cuando no se realizan procedimientos de profilaxis dental según indica el odontólogo”.
La frecuencia ideal para realizar una profilaxis dental varía de persona a persona, pero en general, se recomienda programarla cada seis meses. Este periodo permite a los especialistas mantener un control constante sobre la salud de tus dientes y encías.
Aunque para algunos individuos con ciertas condiciones bucales o de salud específicas, es posible que se necesite una frecuencia mayor. Por ejemplo, pacientes con antecedentes de enfermedad periodontal o aquellos que están en un programa de tratamiento dental intensivo pueden requerir limpiezas más frecuentes, incluso cada tres o cuatro meses.
Por otro lado, si tienes una excelente higiene oral y gozas de buena salud bucal, tu odontólogo puede sugerir una profilaxis dental anual. Es primordial que sigas sus instrucciones, ya que ellos evaluarán tu situación y establecerán un programa de limpieza que se ajuste a tus necesidades.
Antes de la profilaxis dental, es común experimentar acumulación de placa en la superficie de tus dientes y alrededor de las encías, que puede provocar mal aliento, manchas visibles, aspecto opaco o amarillento, sangrado durante el cepillado o uso de hilo dental, así como sensibilidad dental.
Inmediatamente después de la profilaxis dental, vas a percibir una sensación de limpieza y frescura en tu boca. La placa y el sarro han sido depurados, regresando a tus dientes su color natural, eliminando manchas y recuperando su brillo. Además, las encías estarán más rosadas y menos propensas a sangrar, lo que indica una reducción de la inflamación.
La profilaxis y la limpieza dental son procedimientos seguros y no invasivos cuando son realizados por profesionales capacitados de la salud bucal. Son indispensables para conservar una óptima salud bucal y prevenir complicaciones a largo plazo. Deben seguirse las indicaciones del odontólogo y adoptar una rigurosa higiene bucal en casa, para garantizar su seguridad y eficacia.
En DentiSalud, somos conscientes de la importancia de la profilaxis dental en el mantenimiento de una salud bucal óptima. Nuestros profesionales tienen el objetivo de proporcionar servicios de calidad, garantizando que los pacientes obtengan sonrisas saludables y radiantes.
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La profilaxis dental es bastante importante para mantener una adecuada salud bucal y prevenir riesgos graves, como la acumulación de placa y sarro, enfermedades periodontales y pérdida de dientes. Recuerda que este procedimiento debe hacerse una vez cada seis meses o lo que determine tu odontólogo según tus necesidades. ¡Pide tu cita AQUÍ y cuida tu dentadura!
La profilaxis dental es un procedimiento generalmente indoloro. Puedes experimentar cierta sensibilidad o molestia mínima, pero tu odontólogo hará todo lo posible para que te sientas cómodo durante el proceso.
Sí, es posible realizar una profilaxis dental incluso si tienes encías sensibles. El especialista ajustará el procedimiento según el grado de sensibilidad para asegurar una experiencia cómoda y efectiva.
No, generalmente no se aplica anestesia para realizar una profilaxis dental. Debido a que es un procedimiento no invasivo en el que se utilizan herramientas manuales y ultrasónicas que no ocasionan dolor significativo.
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